EJERCICIO Y SUEÑO

22.05.2012 09:29

EJERCICIO Y SUEÑO

Aunque no es posible establecer puntualmente las causas de esta relación,  ya que no se sabe bien por qué ni cómo, pero sí es conocido el efecto terapéutico que tiene la actividad física respecto del insomnio. Tal vez tenga que ver con el cansancio generado al realizar una actividad física, que comienza a sentirse por la noche, o bien en la mayor sensación de bienestar que genera el hecho de haber liberado tensiones o despejado la cabeza, sin dejar de mencionar que el solo hecho de haber cumplido con un objetivo (Por ejemplo una rutina de gimnasia), ya nos suele hacer sentir mejor

Muchos investigadores se han ocupado de los problemas del sueño y han encontrado una relación muy interesante entre el sueño y la actividad física. Los doctores Kubitz, Landers, Petruzello y Han, de la Universidad Estatal de Arizona, Estados Unidos, encontraron los sujetos que hacían habitualmente ejercicio físico, lograban alcanzar más fácilmente el sueño profundo que los que no se ejercitaban. Otro resultado importante fue que estos sujetos que se ejercitaban físicamente tenían períodos de sueño más largos. Diferentes estudios posteriores han podido confirmar el efecto positivo del ejercicio físico sobre el sueño, contribuyendo a disminuir el número de interrupciones durante el sueño, aumentando el tiempo de sueño profundo y la calidad del mismo.

Por ejemplo, en otro estudio realizado en Illinois por investigadores de la Universidad de Northwestern de Chicago, quienes siguieron la evolución de un centenar de personas sedentarias mayores de 55 años que padecían problemas para conciliar y mantener el sueño, tras 16 semanas de pruebas en las cuales debieron someterse a ejercicios aeróbicos, los voluntarios manifestaron haber experimentado notables mejoras en su capacidad para descansar y alcanzar un sueño reparador.

 

Cualquier tipo de ejercicio físico parece tener efectos beneficiosos sobre el sueño, aunque parecen ser más eficaz la práctica de ejercicio aeróbico moderado (andar rápido, correr, nadar, saltar, montar en bicicleta, subir escaleras…), siempre y cuando no se realice en los momentos previos a ir a dormir.  El momento más adecuado para su práctica parece ser de cuatro a seis horas antes de ir a la cama. Sin embargo, la práctica de ejercicio posterior a este momento o más próximo a la hora de ir a dormir, parece perjudicar y retrasar el inicio de sueño, por lo que no es recomendable hacerlo en este momento.

 

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